La situación sigue siendo preocupante y parece que se agudiza en momentos de pandemia. En los últimos días hemos hecho un pequeño repaso de algunas de las noticias publicadas en relación con la discriminación de las personas con discapacidad y aparecen una serie de titulares alarmantes. No sé si son consecuencia de asuntos puntuales, la muestra de algo que ha salido a relucir en estos momentos de dificultad o que ahora se denuncia más. 

 

Para mostrar una evidencia más de lo que estamos hablando, les resumo los titulares más destacados: “Iberia discrimina a dos pasajeros que viajaban en silla de ruedas”, “El Constitucional ampara a un funcionario con asperger sancionado por incumplir su trabajo”, “La Policía investiga la expulsión del joven autista en la EMT”, “Tatúan penes en la cara y cosen los dedos de los pies a un discapacitado”, “Un joven con autismo es expulsado de su residencia”, “Suspendida por falta de accesibilidad una sesión de la Asamblea de Madrid”, “Los mossos ya han detenido a tres personas por la agresión a un niño autista”, “Obligan a readmitir a una educadora que se quejó por tener una discapacitada en el aula”, “Expulsado por discapacidad: si eres taradito no puedes ser policía”, “Condenado un taxista por no haber aceptado el perro guía de un cliente”, “Una bióloga con ceguera no puede ocupar su plaza en Basurto al no adaptar los microscopios”, “El 20 por ciento de las mujeres con discapacidad ha sufrido violencia física o sexual, según la Macroencuesta de Violencia de Género”. 

 

¿Qué les parece? Los expertos nos dicen que hay que mirar con cautela estas noticias. Los sociólogos y psicólogos no saben si se debe a estos momentos tan especiales que estamos viviendo, a que ahora se conocen más o que tienen más visibilidad. Desde luego, todos condenamos estas situaciones deplorables de discriminación, incompatibles con una sociedad justa y equilibrada, que rompe el principio de igualdad de oportunidades y de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

 

El propio informe "España 2020. Derechos Humanos y Discapacidad" del CERMI es demoledor e incluye todo tipo de incumplimientos legales y discriminaciones. En la serie histórica de estos informes del CERMI se mantiene la conculcación de las leyes, normas o principios.

 

La cuestión es que debemos preguntarnos: ¿cuál es el papel real de los poderes e instituciones públicas? ¿Por qué suceden estas desigualdades? ¿Por qué siempre pagan los mismos? ¿Qué mecanismos existen para no perder estos derechos? ¿Qué sanciones se ponen? ¿Quién pone el cascabel al gato? Nadie puede mirar para otro lado y menos cuando se conculcan derechos que generan dolor, frustración e incertidumbre.

 

En nuestras manos está dar una respuesta social a estas situaciones y evitar que vuelvan a ocurrir. Por el beneficio de todos, no más injusticias.